*Esta nota fue originalmente publicada en 2014.
Si las fotos son impactantes, estar ahí mirando todo en vivo y en directo lo es mil veces más. No sin razón es considerada la Octava Maravilla del Mundo. Por eso, todo esfuerzo que implique ir a las Torres del Paine se justifica en un 100%: organización, caminatas con poco training, cargar con la mochila, una posible lluvia… todo. Nada es demasiado grave y cualquier dolor muscular se olvida rápidamente cuando aparecen montañas, ríos, glaciares, campos de flores, bosques y otros variados escenarios que van surgiendo durante el recorrido. Se los dice alguien que sufrió las consecuencias en sus dos rodillas, entre otros chascarros.
Para todos los que estén pensando en ir alguna vez en sus vidas, aunque sea remotamente, porque se impactaron con el álbum de fotos que subió algún amigo, les ofrecemos una guía básica con consejos para simplificarse la vida y dar un paso del que nadie se arrepiente. Todavía están a tiempo.
Estas son las Torres del Paine en sus 3 etapas:
Uno se pone más barreras de la cuenta. Prefiero tomarme esos días para descansar, nunca he hecho trekking, tengo menos capacidad física que el resto del grupo, yo no soy del estilo camping. Pero por más que creamos, todas estas excusas no pesan mucho si uno tiene buena salud y se lo propone. Si podemos subir el cerro San Cristóbal caminando, podemos hacer las Torres del Paine. Bueno, el nivel es radicalmente distinto y los recorridos y caminatas mucho más duros, lógicamente, pero aunque el ideal es estar preparado físicamente, no hace falta ser un deportista ni un experto para hacer el recorrido. Conocerlas vale tanto la pena, que los miedos y dificultades pasan a segundo plano.
Como bien sabemos, existen dos opciones de recorridos, según la forma y cantidad de senderos. La "W" es el recorrido más corto, con unos 60 km. y visita los principales hitos del parque, en un recorrido sencillo. Por otro lado, la "O", que incluye dentro de sí la W, ofrece otros caminos y el desafiante paso por la cordillera y suma un recorrido de alrededor de 120 km. Las caminatas varían entre 4 horas a 6 horas diarias y si se quiere, se pueden juntar recorridos y caminar incluso hasta 10 o 12 horas. Todo depende también del ritmo del grupo. Y ¿Cuántos días toma todo el asunto? La W se puede hacer en unos 4 o 5 días y la O en unos 7 u 8 días.
En mi experiencia, no siendo experta en caminatas, siempre hay que aspirar a la O. El encanto está en el recorrido completo y sus miles de paisajes y rincones que justifican todo esfuerzo. Ahora, si se cuenta con poco tiempo, algún tipo de lesión o un estado físico complicado, la W es la alternativa.
Así que a dar el primer paso: conseguir un buen grupo o partner y comprar el pasaje a Punta Arenas. ¿Qué es un buen grupo? Las posibilidades son variadas, pero lo más importante es que sean personas adaptables a diferentes condiciones y capaces de ceder cuando sea necesario, de modo que no se vean demasiado sobrepasadas cuando estén cansadas, algo no resulte bien o haya que reestructurar planes.
Aquí se juega lo fundamental. Cuando se trata de recorrer muchos kilómetros a pie, es radicalmente distinto tener un par de kilos demás encima. Por eso, la recomendación es ser extremista: no llevar absolutamente nada de más, en mayor cantidad o "por si acaso". Hay que considerar que al peso que uno lleva con las cosas personales, se le agregan, por lo menos, un par de kilos repartidos entre la carpa, cocinilla, gases y comida.
Puede parecer que todo lo que hay que llevar significa una gran inversión que, si no hacemos trekking frecuentemente, no se justifica demasiado. En este caso lo mejor es conseguirse prestado, con amigos, todo el equipo posible. Aquí te damos unas recomendaciones sobre qué conviene llevar (y qué es totalmente inútil).
Hay que pensar en dos momentos solamente: caminata y camping. Por lo tanto, es más que suficiente con dos pantalones (los que usas en el camping también hacen de pijama), unas cuatro poleras, un polar delgado para caminar, un polar grueso para el camping y un buen cortavientos. En esta época, más que el ambiente, es el viento el helado.
Además de eso, considera unos cuatro calcetines gruesos y ropa interior (no para cada día, la vas lavando allá), una capa de agua, un cuello (estilo buff o algo que sirva para cubrir lo que necesites). Las zapatillas de trekking ojalá tengan Gore-Tex y sean con caña alta, para proteger los tobillos. Si las compras, tiene que ser con anticipación para usarlas antes y ablandarlas. Para el camping, se recomienda bastante llevar unas Crocs o similares, que sirven para la ducha y como zapatos más blandos.
Si quieres salvarte de las probables ampollas que tu pie vaya a sufrir, lleva Leukoplast. Es una cinta adhesiva blanca que te la pones desde el primer día en los bordes de los pies y con eso tu piel queda protegida del roce constante con las zapatillas.
*Puedes llevar ropa no deportiva para los días que estés en las ciudades y dejar una mochila con todas esas cosas en el lugar donde te alojes en Puerto Natales, te la cuidan gratis o a veces cobran algo.
En las Torres se cocina una sola vez: en la noche, porque el almuerzo es una colación o "ración de marcha" como muchos le dicen. Energía es algo que se necesita, así que la comida para llevar debe ser bien calórica, fuerte en proteínas y carbohidratos. Aquí un estilo de menú que funciona bastante bien:
- Desayuno: Té o café, pan pita (no se endurecen), queso-salame, barra de cereal.
- Ración de marcha: Porción de frutos secos (clave), pan pita queso-salame, barra de cereal o chocolate, jugo para deportistas, como el Zuko Go! (muy salvador).
- Comida: Tallarines y arroces son los reyes acá. Las opciones más dinámicas son los caracoquesos, los risottos que vienen preparados, el arroz con atún y crema, entre otras.
Mochila: Busca una mochila mochilera cómoda y siempre considera llevar un cubre-mochila por si llueve. Un buen tip es meter todas las cosas que van adentro en distintas bolsas, porque así se salvan de mojarse y además es mucho más fácil mantener el orden.
Para dormir: Es algo que no siempre advierten, pero el viento allá es fuerte, muy fuerte. Si es posible, hay que llevar una carpa que sea baja, para que no sufra las consecuencias de las constantes sacudidas y se raje o se quiebre alguna varilla. Consíguete un buen saco y ojalá una colchoneta más gruesa que las clásicas celestes. Aunque nada malo pasará si esa es tu única opción.
Para cocinar: La cocinilla primero que nada. Y los gases para cocinar se deben comprar en Puerto Natales, para no subirlos al avión desde antes. Para los que lleguen tarde a la ciudad, hay una tienda de camping que tiene abierto hasta las 1 am. Además, tener en cuenta ollas, platos y tazas (pláticos), cubiertos, lavalozas, un buen cuchillo, esponja y fósforos. Un pack perfecto es el que tiene Doite donde vienen armados como lego distintos tipos de olla, una tetera y platos. Muy útil.
Para estar limpio: La mayoría de las duchas de los camping son de agua caliente, así que no hay que pensar que uno está sucio todo el tiempo. Primer consejo y muy importante, lleva poco de cada cosa en los útiles de aseo personal. Poco shampoo, jabón, pasta. Uno subestima las cantidades, pero siempre alcanza, así que intenta calcular justo. La toalla deportiva es un gran invento: es chica, ocupa poco espacio y se seca rápido. Si no puedes conseguirte una, es recomendable que la compres porque no es muy cara y es bastante útil. Por último: La ropa se puede lavar perfectamente con jabón y es útil tener algún cordel para colgarla dentro o fuera de la carpa a secar.
Para estar preparado: Nunca olvidar la linterna. Los bastones de trekking, por mucho que algunos ni los usen, hacen una gran diferencia, porque amortiguan bastante el impacto de las pisadas, sobre todo en las largas pendientes descendentes. Lleva bolsas de supermercado, basura y ziploc extra, siempre son útiles para basura, ordenar algo, etc. Los pañuelitos son bien prácticos durante la caminata, ya que con la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el ambiente, puede que tu nariz se haga notar. También considera los remedios que usas o algunos estándar que puedan servir (ibuprofeno, por ejemplo). Y si eres un fotógrafo aficionado, no olvides tu cámara y su cargador, porque hay algunos enchufes en la mayoría de los camping.
No lleves una parca, te vas a querer deshacer de ella. No lleves shorts, no los vas a usar. A menos que quieras congelarte y bañarte en algún lago, no lleves traje de baño. Tampoco lleves frascos grandes de cosas que terminarás botando (crema, colonia, jabón, etc.).
Si no aguantas el silencio, lleva un mp3, pero recomiendo no hacerlo y aprovechar de conectarse con los sonidos de la naturaleza y con los propios pensamientos.
El valor del viaje varía mucho según lo que compremos antes en equipamiento y lo que gastemos en Punta Arenas y Puerto Natales. Pero considerando avión, compra de comida previa, buses, alojamiento, entrada al parque, camping y restaurantes, es entre $250.000 y $300.000.
El Parque y sus vistas son tan impresionantes, que todo esfuerzo vale la pena.
Imágenes: El Definido. Para ver más fotos tomadas por otras personas, puedes entrar a Flickr.
Para disfrutar y no convertir un paseo en una pesadilla, la cabeza lo es todo. La experiencia depende en la mayoría de la mentalidad con la que nos enfrentamos a los distintos desafíos. Puede que un día se nos haga muy fácil, puede que otro no aguantemos tanto y no queramos seguir caminando más o el genio esté más deteriorado, pero siempre el cuerpo puede más de lo que uno espera. Por eso aquí la clave es ser sumiso.
¿En qué sentido? Dejar de alegar y quejarse, para poder superar límites de cansancio, sobre todo. Además eso permite admirar mucho más el entorno increíble que rodea a cada sendero y no olvidar que no se trata solamente de llegar a un punto, sino que de disfrutar el recorrido. De verdad que los paisajes que uno encuentra ahí son impactantes y eso nos referimos cuando decimos que al verlos se acaba el cansancio.
Lo bueno de la O es que siempre hay que seguir adelante, así que uno está "medio obligado" a ignorar sus miedos o mañas, porque no hay vuelta atrás. Así que el vértigo tiene que ser dejado de lado cuando llega el momento de bajar unas escaleras de metal con la mochila a cuestas o la torpeza no existe más cuando hay que cruzar el río entre rocas. Simplemente, hay que hacerlo y a fin de cuentas, no es terrible. Cada día uno se siente bastante orgulloso de lo que ha logrado, sobre todo si costó.
Disfruta la gente que vas a conocer, porque te la irás topando de camping en camping y aprovecha el grupo cercano con el que estás recorriendo, sobre todo si fue una buena elección. Y por último, goza de lo simple. Algo muy bueno de la experiencia de camping es que todo se valora más. Una ducha caliente nunca había sido tan especial o ese puñado simple de maní, es manjar de dioses cuando hay hambre y uno necesita reponerse un poco. Nada más agradable que darse cuenta que no necesitamos tantos adornos para disfrutar la vida.