Seguro has escuchado hablar de Star-Up Chile desde su creación el 2010. Si no, puede que lo conozcas como el "Chilecon Valley", como le llamó The New York Times. Cualquiera sea el nombre con que se lo designe, el programa que creó la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), para potenciar el desarrollo del ecosistema del emprendimiento en el país mediante la atracción de emprendedores extranjeros, ha hecho ruido desde hace cinco años. Unos ruidos más amables que otros.
Desde su entrada en vigencia, han postulado casi 18.000 nuevas empresas de 130 países, y cerca de 1.050 de 77 países han sido admitidas al programa (20% de ellas de Chile, 20% de EEUU). Una vez aceptados, los postulantes operan en Chile durante una estadía de seis meses. Ahí aparece el primer problema: alrededor de 80% de las empresas extranjeras aceptadas dejan el país después de haber cumplido la estancia. De las cerca de 300 nuevas empresas aceptadas anualmente, la mayoría va a probar suerte a otros países. Y no es un tema menor, considerando que Start-Up Chile ha gastado US$ 40 millones en subvencionar esos proyectos de negocios, para que luego el impacto económico en el país sea tan limitado.
Es por esto que el programa que ha puesto a Santiago en la palestra como capital innovadora, recibió una serie de modificaciones este año. ¿Los objetivos principales? Evitar la fuga de talentos, aumentar la participación de mujeres emprendedoras y expandirlo a regiones más allá de la Metropolitana.
Los cambios vienen bajo la dirección de Rocío Fonseca, la reciente y primera mujer a cargo de Star-Up Chile.
Plan de regionalización
La idea es llevar a al menos el 50% los de emprendedores a instalarse a centros regionales. Se potenciará y reorientará el programa de manera de fomentar la asociatividad entre emprendedores locales e internacionales, y se incrementará la articulación con los programas de innovación y emprendimiento.
En primera instancia, los emprendedores podrán culminar su última fase de aceleración del programa en Valparaíso o Concepción, ciudades que la Corfo quiere potenciar como focos de innovación y en las cuales se instalarán nuevos espacios de co-work. Los emprendedores que opten por ir a regiones a completar el programa, reciben $ 5 millones adicionales a los $ 20 millones iniciales. El primer grupo parte en octubre y la esperanza de Rocío es que activen los ecosistemas regionales.
La finalidad de los hub regionales es que "los emprendedores puedan desarrollar sus negocios en otros ambientes", dijo Eduardo Bitran, vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Fondo para mujeres
En junio se anunció la creación de este fondo concursable exclusivo para mujeres. Como el diagnóstico de Start Up Chile respecto a las mujeres emprendedoras, era que su problema era dar el primer paso, no así mantenerse una vez realizado el negocio, crearon The S Factory, enfocando los esfuerzos en la parte inicial de los proyectos. Además, las cifras dicen que por cada 10 hombres ingenieros, hay una mujer, y se quiere equilibrar un poco la balanza respecto a los géneros y su participación en desarrollos tecnológicos.
Este fondo es una pre-aceleradora que apoya a mujeres que no tienen experiencia en emprendimientos, en donde se les entrega un entrenamiento intensivo a través de cursos, mentorías, capacitaciones en comunidad y un fondo de $ 10 millones para que puedan convertir su idea innovadora en un prototipo funcional.
La pre-aceleradora tiene una duración de 12 semanas y para poder postular, la idea debe estar en etapa de proyecto o prototipado, con menos de seis meses de desarrollo y debe ser liderado por una mujer emprendedora.
Evitar la fuga de talentos
Para que los emprendedores no migren tan rápido nuevamente a sus tierras, se creó el fondo Scale. Consiste en un subsidio posterior al programa original de Start Up Chile, donde se le otorgan $ 60 millones al emprendedor, para que continúe desarrollando su proyecto en nuestro país.
Para acceder a la posibilidad de ganarse el fondo, el postulante debe demostrar que el emprendimiento tiene una importante tracción, generación de ingresos y necesitan capital adicional para crecer en Chile y en toda América Latina. Los recursos corresponderán al 70% del plan de inversión postulado al fondo y el 30% restante deberá ser aportado por los beneficiarios.
Con este fondo, el proyecto debe establecerse un año más en Chile, tras los seis del Start Up Chile, lo que permite consolidarse de mejor manera e impactar en grado mayor nuestra economía.
Con estos tres pilares, anunciados durante este año, algunos ya en práctica y otros ad portas, Start Up Chile quiere conectarse más con el ecosistema local y las necesidades que tiene el país. Además, hay planes para asociarse a empresas y juntos asumir desafíos para atraer emprendedores específicos.
¿Crees que estas medidas sean suficientes? ¿Qué harías tú?