“Los chilenos andamos terrible chorizos! Cambiemos!”
“Los chilenos andamos mala leche! Hasta cuándo!”
“Los chilenos andamos mecha corta! No más!”
“Los chilenos andamos malas pulgas! Ya está bueno!”
“Cuando circulamos por la calle, la gente no mira a los demás –para qué decir saludar–, y si vas en auto y te demoras una décima de segundo en partir después que te han dado la luz verde, el bocinazo estridente del auto de atrás es inminente; en las empresas a muchos sólo les interesa lo que pueden sacar de los demás; en las familias no hay paciencia ni generosidad para entender al otro, con todas sus diferencias, con toda su humanidad; para qué hablar de la política, donde todo es sacar pequeñas ventajas coyunturales y denostar al adversario; en los colegios campea el bullying. Suma y sigue”.
¿Representa lo que sientes alguna de las frases anteriores? ¿Te hace sentido esta “radiografía”? ¿ Eres uno de los que está cansado de tanta queja, chaqueteo y mala leche entre los chilenos? … Bienvenido entonces, porque no eres el único.
Nació Chile Amable, un movimiento ciudadano independiente, autónomo, inclusivo y no partidista, que busca generar conciencia masiva de lo importante que son las relaciones humanas respetuosas. Está integrado por personas que lo único que tienen en común es el querer un Chile más amable para vivir, en donde las relaciones entre todos los integrantes de la sociedad se basen en el respeto, la ética social, la confianza y la valoración mutua.
Conversamos con el fundador de Chile Amable, Sergio Recabarren (director de la consultora de recursos humanos People First), y nos contó que todo empezó cuando a sus 50 años se iba a convertir en abuelo y se dio cuenta de que no quería este Chile para su nieto.
“ La gente en Chile se relaciona mal, hay mucha agresividad. Por mi trabajo me toca viajar mucho y he notado que este ambiente hostil no es común en los otros países. Iba a nacer mi nieto y me dije: este no es el país en el que quiero que crezca. Quiero un Chile donde se respete al otro, donde se valore a las personas, donde se respeten las diferencias, donde seamos más humanos”.
Sergio cuenta que hace un año escribió lo que hoy es la declaración fundamental del movimiento, en la que hace una especie de radiografía social en modo de reflexión sobre el comportamiento y las malas relaciones y malos tratos imperantes en Chile. Les envió el manifiesto a 50 amigos cercanos con el fin de buscar apoyo para que cada uno se comprometiera a ser un agente de cambio en sus familias, amigos y lugares de trabajo. Y la respuesta que recibió fue de completo apoyo.
Y así se animó a formar este movimiento social por un Chile + Amable. Hoy el equipo está formado por 100 personas, todos voluntarios de distintas profesiones, quienes están trabajando en conjunto para generar una toma de conciencia a nivel nacional y conseguir un mejor Chile para todos.
El equipo se separa por distintas áreas de trabajo: Ser Humano y Familia; Educación; Sociedad, Política y Medios de Comunicación; Laboral y Negocios; Salud y Medio Ambiente y Ciudad.
Cada comité estudia los comportamientos sociales de acuerdo a sus áreas de especialidad y en conjunto se trabaja en generar estudios y material útil para difundir a través de las redes sociales, la vía pública, empresas, colegios, entre otros.
“Queremos, por ejemplo, crear listados de 10 Buenas Prácticas para un consultorio, para una sala de clases, para la armonía familiar, para la oficina, y así difundirlos en los lugares acordes para masificar estas conductas básicas, para generar conciencia; invitando a los chilenos a sumarse y lograr así relaciones humanas respetuosas y positivas que generan efectos positivos en las personas, organizaciones y en toda la sociedad”, enfatiza Sergio.
El próximo sábado 5 de septiembre a las 11:30 hrs. se llevará a cabo el lanzamiento de Chile+Amable en el teatro del Instituto de la Felicidad (Av. Bilbao 465, esquina Av. Italia). Será un evento familiar, con actividades para los niños y con invitados sorpresa.
La invitación según Sergio es “a tomar conciencia de que las relaciones entre ciudadanos pueden ser distintas, mejores. Respetando y valorando a los otros seres humanos como personas dignas, independientemente de lo que puedan obtener de ellos; a los niños tolerándose y apoyándose en los colegios; a los automovilistas permitiendo el paso de otro auto que intenta avanzar; a los jefes respetando y cuidando a sus colaboradores; a los colaboradores teniendo paciencia y siendo generosos con sus jefes y compañeros; a los padres escuchando de verdad a sus hijos; a los médicos intentando comprender integralmente a sus pacientes, como personas; a los políticos negociando acuerdos con generosidad, altura de miras y pensando en el bien común; a los medios de comunicación mostrando la realidad completa, no sólo lo que provoca”.
Si quieres sumarte a este movimiento ciudadano entra aquí. ¿Qué se necesita?, sólo las ganas de querer un cambio en Chile y promover en tu entorno el cambio de hábito en pro de mantener relaciones respetuosas.
¿Te hace sentido el movimiento? ¿Te sumas a terminar con los malos tratos y la mala onda?