Desde el año 2013 que contamos con la Ley de Donante Universal, a partir de la cual todos los chilenos mayores de 18 años una vez fallecidos se transforman automáticamente en donantes, y como les contamos anteriormente en este artículo, la única forma de salir del listado de donantes es a través de una declaración pagada y firmada ante notario.
A pesar de que la modificación en la Ley de Donaciones haya sido con el objetivo de aumentar la tasa de donantes, esto no ha sido así, es más, ha disminuido. Y no es porque la gente haya corrido a firmar ante notario su decisión de no ser donante, es porque falta educación al respecto, ya que son los familiares quienes tienen la decisión final de donar o no los órganos y, lamentablemente, la mayoría de las veces la respuesta es negativa, incluso a pesar de que en vida esa persona haya manifestado su intención de querer ser donante. La familia tiene la decisión final en cualquier situación.
La semana pasada la ministra de Salud, Carmen Castillo, reveló que actualmente se necesitan 1.300 órganos para cubrir los trasplantes en el país, y que hay seis pacientes catalogados como prioridad nacional: tres necesitan corazón, dos un hígado y uno un pulmón. La ministra señaló además, que este año sólo se han recibido 140 órganos de 40 personas fallecidas.
"Por favor, conversen con sus familiares para tomar una decisión generosa frente a una situación dramática", fue el llamado de la ministra, quien agregó que el Ministerio de Salud, en conjunto con el Ministerio de Educación, está trabajando para lanzar una fuerte campaña en septiembre próximo cuyo fin es incentivar la donación y desmitificar los clásicos miedos que tiene la gente frente al tema.
“Si eres donante, los médicos te dejarán morir para poder usar tus órganos en trasplantes”, “la lista de espera favorece la donación a personas influyentes o con plata”, “el cuerpo quedaría en mal estado, lo que impediría a la familia realizar un funeral normal”, “la familia del donante se encarga de los costos del trasplante”… Como les contamos anteriormente en este artículo, estos son algunos de los clásicos mitos que asustan a las personas y que terminan impidiendo la donación de órganos cuando se les muere un familiar. Pero la realidad es bien diferente.
En Chile falta generar confianza en la población respecto a este tema, y el Ministerio de Salud en su página web, responde a un cuestionario con las dudas más comunes que surgen. Como por ejemplo, cuáles son los órganos que se pueden trasplantar tanto en pacientes vivos como en aquellos con muerte cerebral, quién decide finalmente si donar o no, las diferencias entre muerte cerebral y estado de coma, entre otras.
El principal miedo es este: ¿Cambiará la actitud de los médicos a la hora de atenderme en un momento crítico, si saben que soy donante?, y la respuesta del Minsal es “No. Todos los equipos de salud trabajan para salvar la vida de los pacientes y agotan hasta el último recurso antes de pensar en la donación de órganos. Los profesionales que trabajan en donación y trasplante no atienden a los pacientes de manera directa, hasta que el médico tratante no descarta todas las posibilidades de tratamiento. Sólo cuando se han hecho todos los esfuerzos y la muerte es el único camino posible, se notifica al equipo de donación y trasplante para que se haga cargo del proceso de donación”.
La tasa de donantes en Chile es de siete en un millón. La Presidenta de la Corporación del Trasplante, Ana María Arriagada, aseguró hace un tiempo a La Tercera que hay otros países latinoamericanos que son similares en cuanto a sistemas de salud y que sin embargo, nos llevan la delantera. Cuba tiene una tasa de 10 donantes por cada millón de personas, y en Uruguay y Argentina, hay entre 20 y 25 por millón. El país líder del mundo en donaciones es España, con una tasa de 36 donantes por millón de personas, lleva liderando el tema hace 24 años. ¿Cómo lo han logrado?
Líderes mundiales: conocimiento y confianza frente al tema
En el caso de España, cuyo sistema funciona del mismo modo que en Chile (todos son donantes, a menos que declaren ante notario que no quieren serlo); como les contamos en este artículo, la principal razón por la que el número de donantes crece, pese a que disminuye la población, es porque el sistema funciona tan bien que la gente le tiene plena confianza.
La Organización Nacional de Trasplantes de España se encargó de capacitar a los médicos y a los especialistas de urgencias y neurólogos, con el fin de que ante la muerte de una persona, se reaccione rápidamente y se sepa bien qué hacer sin perder tiempo en improvisaciones. Y para generar la confianza en la gente, se impulsan constantemente campañas informativas a través de los medios de comunicación, para familiarizar a la población, desmentir los miedos y lograr que el “ser donante” se transforme en algo tan común como ser votante.
La clave está en las campañas de promoción
En el caso de Argentina, país en el que debes inscribirte para poder ser donante y, a pesar de esto, lidera en la región; la clave principal ha estado en las campañas gubernamentales que se han realizado, las que han sido un éxito.
Por ejemplo, la semana pasada se llevaron a cabo las elecciones provinciales en Santa Fe, instancia en la que el Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos desarrolló la campaña “Votá por la vida”, instalando más de 250 stands en distintas sedes electorales con el fin de ofrecer información y poner a disposición de las personas, actas de manifestación de voluntad hacia la donación de órganos.
La campaña resultó un éxito y más de 5.000 personas se inscribieron como donantes durante la jornada electoral. ¿La razón? El acercar y facilitar la posibilidad de inscribirse como donante a la gente, ya que los canales oficiales para realizar el trámite son escasos, y la fuerte promoción e información que se entrega al respecto a la ciudadanía.