Si hay algo que gran parte de los seres humanos del siglo XXI sabemos, es que el petróleo es un recurso finito. Manejamos en general los conceptos de energías “no renovables” (petróleo, carbón, gas natural) y “renovables” (energía eólica, solar, hidroeléctrica, etc.), y sabemos que el uso de combustibles fósiles –como el petróleo- contribuyen ampliamente al fenómeno conocido como “efecto invernadero”. Esto está provocando un cambio climático a nivel mundial, que puede llegar a ser muy perjudicial para nuestro planeta.
Pero hay varias preguntas que se nos vienen a la cabeza: ¿cuánto tiempo pasará antes de depender en un 100% de energías renovables?, ¿se sabe cuánto petróleo queda en el mundo? Y, quizás aún más importante, ¿seremos capaces de realizar la transición energética hacia energías renovables antes de que se nos corte la llave del llamado “oro negro”?
Esto es lo que averiguamos en El Definido.
¿Qué diablos es esta sustancia negra-grisácea, oleosa y de fuerte aroma que se encuentra bajo la tierra? La verdad, existen varias teorías y, aunque no lo creas, no hay certeza sobre su origen, pero ésta es la respuesta de mayor respaldo científico:
El petróleo es la consecuencia de millones de años de descomposición de restos orgánicos, tales como plantas marinas y antiguos animales, depositados en rocas sedimentarias en el fondo del océano. La interacción entre estos restos, la temperatura, la presión y organismos microscópicos como las bacterias anaeróbicas, transformaron a antiguos pececillos y plantas prehistóricas, en sustancias como metano, dióxido de carbono y petróleo.
Y esto seguirá ocurriendo hasta el fin de los tiempos. Así que “petróleo eres y en petróleo te convertirás”. Aunque el proceso es demasiado lento (se estima que unos cientos de miles de años) para llegar al nivel de extracción y uso, por eso es prácticamente un recurso no renovable.
Y bueno, a inicios del siglo XX descubrimos que este líquido viscoso servía para generar energía, por lo que fue cosa de tiempo para que se convirtiera en uno de los principales combustibles a nivel mundial.
¿Cuánto petróleo queda en el mundo? ¿Cuánto tiempo podremos seguir explotándolo?
Como utilizamos el petróleo más rápido de lo que puede ser reemplazado por el natural proceso de descomposición, este se podría acabar. Sin embargo, desconocemos los datos específicos y sólo disponemos de estimaciones, desarrolladas por compañías mundiales tales como BP (antes llamada British Petroleum).
Este video de la BBC puede ayudar a entender de manera fácil el problema, que explicamos en detalle abajo (lamentablemente, está en inglés):
Antes de entrar en cifras, hay que tener algo claro: todas las proyecciones respecto a cuánto petróleo queda, se hacen en base a las “reservas probadas”, es decir, a aquel petróleo que los países tienen la certeza que se encuentra bajo sus pies, pues lo han detectado, cuantificado y saben que es posible de extraer a partir de tecnología existente. El problema, es que cada país dispone de maneras y técnicas distintas para medirlo. La cifra no es exacta, pero nos da una primera idea: quedarían 1.707 billones de barriles, lo que da para seguir explotándolo 50,6 años más.
Tranquilos, no es que nuestros hijos o nietos vuelvan a depender de las fogatas. El asunto es más complejo.
La cantidad de petróleo que existe en el planeta es muchísimo mayor que esta cifra, el tema es que por ahora no es extraíble, a causa de dos razones: es muy caro hacerlo o no existe aún la tecnología adecuada. Entonces, si la tecnología avanza (y todavía no se produce una transición masiva hacia energías renovables que todos deseamos), será posible explotarlo.
Este gráfico de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, lo ilustra muy bien:
Nasdaq. |
Y aquí otra infografía desarrollada por el diario Expansión respecto a los datos, país a país:
Expansion. |
¿Qué podemos concluir de esto? Que queda petróleo para un buen rato (no sabemos cuánto exactamente) y por ahora no hay problemas al respecto.
El petróleo por ahora no tiene obstáculos graves para ser explotado y su demanda sigue creciendo. Es más, este año su precio ha subido por encima de los 65 dólares por barril, el mayor desde 2015 (aunque siempre hay factores y proyecciones que también podrían variar este ascenso). Sin embargo, esta sólida mantención del recurso, no deja contentos a los ambientalistas, quienes abogan por una rápida y urgente transición energética hacia energías renovables. ¿Qué dicen los petroleros al respecto? ¿Tienen argumentos válidos que sustenten su explotación en el tiempo?
El principal argumento de las petroleras para continuar con el lucrativo mercado del oro negro, es, además de que aún dependemos enormemente de él, el constante avance de la tecnología. Están seguros de que esto no sólo permitirá extraer petróleo que por ahora no está al alcance de la mano, sino también evitar que su explotación y uso continúe emitiendo gases de efecto invernadero a tasas monumentales.
Sin embargo, esto aún tardará tiempo y lo más sensato que podemos hacer como humanidad, al cuidado del único planeta que tenemos, es comenzar con la transición hacia las energías renovables, para dejar de depender de un recurso no renovable y contaminante, y sobre todo, proteger a las generaciones venideras.
La pregunta que “viene de cajón” es, ¿y cómo vamos con eso?, ¿se ve un buen futuro para las energías renovables? Gracias al InformeÍndice de Rendimiento de la Arquitectura Energética Mundial 2017, desarrollado por el Foro Económico Mundial, podemos conocer algunos datos:
Consumo comparativo de energía primaria en los últimos 15 años. Al 2015, el petróleo representaba un 32,94%, seguido por el carbón con un 29,2% y luego el gas con un 23,85%. Hydro, Solar, Nuclear y Wind, representan el porcentaje de la hidroeléctrica, solar, nuclear y eólica respectivamente. World Energy Council. |
¿Qué concluye el informe? Pues que hay formas de mejorar la producción y el consumo de energía, siempre y cuando los países se comprometan con estrategias energéticas a largo plazo, inicien su transición hacia alternativas renovables y se invierta en áreas claves del mercado, incluso con participación privada. En esto, las cumbres climáticas de la ONU (especialmente París, COP21) tienen un rol fundamental en nuestra era.
Es hora de tomar los resguardos necesarios, pues si la transición histórica del carbón al petróleo tardó 50 años, ¿cuánto nos demoraremos nosotros en tomar conciencia?