El agua está más escasa que nunca en estos tiempos. Somos más personas, hace más calor en el planeta, ecuación suficiente para entender que la dulce y sobre todo la potable, no nos sobra.
Dos litros de agua son suficientes para que una persona beba al día, pero para producir sus necesidades diarias de alimentación se necesita alrededor de 3.000 litros. Esta cifra considera desde el riego en los cultivos hasta el final de la cadena de producción en un supermercado, es decir, necesitamos realmente MUCHA agua para la humanidad.
Claro, el planeta está lleno de agua, pero dulce es un 2,5% y solamente el 1% es accesible al hombre. Aproximadamente el 70% de la que extraemos de ríos, lagos y acuíferos se usa para el riego y, como les explicamos anteriormente, en un par de décadas la agricultura estará en serios problemas.
En este lado del mundo tenemos la suerte (al menos la mayoría) de que girando la llave hacemos aparecer mágicamente un chorro cristalino, pero 1.400 millones de personas no pueden hacer eso. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Además de solidarizar con causas, iniciativas y preferir productos que protejan y no despilfarren el agua, todos los días podemos disminuir de manera muy simple nuestro consumo de agua, para que sea un verdadero uso y no abuso.
Ni nos imaginamos, pero cada actividad que hacemos con el agua gasta mucho más de lo que podríamos pensar. Por ejemplo, con sólo una ducha de 5 minutos, estamos gastando en total 60 litros de agua potable.
Según los datos del gobierno, una familia chilena de clase media gasta más de 1.000 litros de agua al día, unos 250 litros por persona. Esto entre tomarla, usar el baño, regar y cocinar, un promedio de toda la actividad doméstica, un consumo que puede incluso llegar a ser de 600 litros diarios por persona en caso de familias más acomodadas.
Si crees que no gastas, antes que nada mira esta infografía realizada por el gobierno:
Fuente: Gobierno de Chile.
Para medir tu consumo de agua, puedes usar una aplicación de la Superintentendencia de Servicios Sanitarios y saber si se te está pasando la mano. Para calcularlo, entra aquí.
Da lo mismo que la puedas pagar, no la derroches. Además es solo un tema de costumbres, ¿se acuerdan que antes se fumaba en los malls? Un día empezó a ser loco hacerlo, aunque con ayuda de la ley, y asimismo puede pasar con el malgasto de agua.
Para ahorrar H20 hay dos opciones: comprar productos y cambiar hábitos. Como les hemos explicado anteriormente, hay productos como lavadoras, sistemas de riego, hasta duchas tipo astronauta, que ayudan considerablemente a bajar el gasto de agua y si te interesan puedes encontrar más en esta lista que propone LGBlog.
Pero si por el momento no estás dispuesto a instalar nuevas tecnologías o tu bolsillo está vacío, aquí te dejamos técnicas simples y concretas para bajar tu consumo:
1. Cuando laves los platos, no dejes nunca la llave corriendo, porque aunque es obvio, sabemos que lo haces. Puedes armar en cambio una "lavaza" de agua con detergente o si no te gusta eso, lava la loza en seco con harto detergente y cuando esté todo listo y con espuma, lo enjuagas. Incluso, si fueron muchos los comensales invitados, el lavavajillas gasta menos, según se ha estudiado.
2. Si sales por algunos días, cierra las llaves de paso para evitar fugas, filtraciones e incluso inundaciones y revisa periódicamente las goteras. ¿Sabías que una llave que gotea puede derrochar cientos de litros al mes?
3. Regula el calefont o termo al nivel justo en la temperatura para que el agua no salga tan caliente. Si está demasiado alto, el sistema necesita más agua fría para templarla, generando mayor gasto.
4. Prefiere siempre las duchas cortas, aunque cuesten como escalar el Everest (baños de tina ni hablar). ¿Cómo lograrlo? La técnica mejor probada por el público es poner una canción que te guste en el celular, que probablemente dure menos de 5 minutos y saber que cuando se acabe, también lo hará tu encuentro con el agua (y ojalá antes). Si no, programa derechamente una alarma.
5. Cierra la llave del lavamanos mientras te lavas los dientes o te afeitas. Realmente no es necesario que corran litros y litros mientras te miras al espejo, es demasiado sencillo y poco practicado.
6. Si no tienes un WC de ahorro con estanque pequeño, que es probable, hay una técnica buena para no derrochar hasta 22 litros cada vez que vas al baño, ¡cada vez! Mete botellas plásticas llenas de agua dentro del estanque y con eso necesitará mucho menos agua para estar lleno.
7. Nunca riegues con sol (si es que tienes algo más que dos maceteros). No solamente quemará las hojas de tus plantas, sino que hará que el agua se evapore con facilidad, perdiendo eficiencia en el riego y, por lo tanto, muchísimos litros más. Prefiere el atardecer, la noche o antes de que amanezca… tal vez puedas aprovechar esos desvelos en algo.
Aplica estas técnicas y cuéntanos si a final de mes te va mejor con la cuenta, porque no solo tu billetera estará feliz, sino el planeta entero. Recuerda que aunque obtengas agua con facilidad, sigue siendo un bien muy escaso para millones de personas y lo será aún más para las futuras generaciones si no actuamos hoy.