En Helsinki tienen una nueva solución para el alto costo de los arriendos que deben pagar los jóvenes. Están ofreciendo un valor mensual mucho más bajo de lo común, si es que a cambio los arrendatarios regalan un par de horas de su tiempo a la semana. ¿Para qué? Simplemente, para hacer compañía a sus solitarios vecinos.
Homes That Fit se llama este proyecto que fue publicado hace unos días en Facebook (en un intentendible finés), ofreciendo esta oportunidad, en el barrio de Laajasalo, a menores de 25 años, a menudo estudiantes que tienen mayores dificultades para pagar su renta mensual. Con una pieza, cocina, baño y balcón privado, cuestan menos de la mitad del precio promedio de un studio de Helsinki, algo así como unos 265 dólares ($190.000) según informan en CityLab. Los departamentos, completamente independientes, están ubicados en un hogar de ancianos y la idea es que sus arrendatarios compartan con sus vecinos de mayor edad.
Con esto, Omán Muotoinen, la organización detrás del proyecto, busca no solamente ayudar a jóvenes con dificultades económicas, sino reducir el aislamiento social al generar este encuentro entre distintas generaciones.
La petición es simple. No se trata de cuidar a personas enfermas, ni de asistirlas, sino simplemente de pasar entre 2 a 5 horas a la semana con algunos de los ancianos del hogar, conversando, comiendo y hasta tocando música:
"No hay necesidad de hacer hincapié en la educación social o en la salud, el personal entrenado está aquí en el hogar, con el objetivo de cuidar a los ancianos. Los residentes que buscamos aportarían con una perspectiva diferente en la vida cotidiana de ellos, trayendo variedad a su tiempo de ocio. Prefiero tener a alguien con una guitarra en sus manos, que otro profesional más", explica Miki Mielonen, jefe del proyecto.
Más de 60 jóvenes han postulado para el proceso de selección. El entusiasmo no sólo es de los futuros arrendatarios, sino general, pues Homes That Fit ha recibido financiamiento del Fondo Social Europeo y también el apoyo de la administración de la ciudad y otras fundaciones.
Por ahora, este proyecto finlandés es pequeño, ya que cuenta solamente con tres departamentos para llevarse a cabo. Sin embargo, su potencial es enorme y de resultar exitoso, pretenden ampliarlo a otros lugares.
El encuentro intergeneracional es una tendencia que está surgiendo en varios países y que, como demuestra el caso del hogar de ancianos unido a un colegio en EE.UU., está dando muy buenos resultados. La idea de abaratar los departamentos a cambio del encuentro entre jóvenes y ancianos en Helsinki, está inspirada en otros casos similares que han demostrado ser beneficiosos.
En los Países Bajos, un hogar de ancianos en Deventer, ofrece alojamiento completamente gratuito a universitarios, a cambio de que pasen por lo menos 30 horas al mes con los ancianos. Ver un partido de fútbol, celebrar un cumpleaños o darles compañía cuando están enfermos u otras actividades, como parte de una política de buena vecindad que pretende contrarrestar los efectos negativos del envejecimiento, además de reunir a distintas generaciones.
Hay iniciativas exitosas del estilo en ciudades como Lyon (Francia) y Cleveland (Estados Unidos). España destaca como país, porque 27 ciudades tienen este tipo de proyectos, desde que comenzó el primero en Barcelona hace casi 10 años.
El edificio Plaza de América en Alicante (2008) es ejemplar, pues se convirtió en el primero de este país en ser construido especialmente con este objetivo, demostrando cómo la arquitectura y un sólido programa social pueden unirse para generar el beneficioso encuentro entre jóvenes y ancianos.